domingo, 24 de agosto de 2008

El placer...

La lectura es un placer, es lo que opina cualquier lector, pero como va a enterarse un chico –o cualquier persona– que lo es, si no lee. Ese problema, de siempre, que solía encontrar su respuesta, no en un desinterés innato del chico sino en la falta de lectores en la familia, actualmente parece hallar la causa en los nuevos medios, y juegos, electrónicos. De la Play Station, a Internet y los juegos en Red, sin descuidar la televisión los chicos ocupan todo su tiempo en tareas que les resultan placenteras y que no les significan un esfuerzo lector.
Sin embargo hoy en día, también, encontramos una mayor variedad de literatura infantil buenísima y al alcance de todos: Graciela Cabal, Javier Villafañe, Laura Devetach, Ricardo Nariño, Emma Wolf. Todos estos autores han producido una “generación” nueva de personajes y aventuras que bastaría que un chico las descubriera para deslumbrarse. Pero si los chicos no sueltan el Joystick del jueguito ¿cómo van a hacer para sostener el libro?
No se lo puede obligar, eso está claro. Que dominen las nuevos medios, es positivo. No que conozca las páginas triple equis de Internet, pero sí que sepa, a fuerza de usarla, que Internet es una puerta a una Enciclopedia de dimensiones mundiales, y que, de hecho, para poder aprovecharla bien debe leer bien. Quizás hacerle comprender esto contribuya a acercarlo a la lectura.
Repetimos, dijimos quizás porque no hay reglas absolutas. Un escritor francés (Daniel Pennac), en un libro famoso (Como una novela) unos años atrás (1992) planteó con claridad una pregunta: ¿Dónde encontrar tiempo para leer? Y esto lo lleva a reflexionar que si alguien se plantea esta cuestión es porque lo que falta no es el tiempo para hacerlo, sino el deseo de leer. Pues es casi un hecho que nadie, nunca, tiene tiempo para leer. Ni niños, ni adolescentes, ni mayores. “El tiempo para leer es siempre tiempo robado” robado al diario vivir.
El problema es, entonces, no prohibirles el acceso a los medios electrónicos, sino lograr despertarles ese deseo, y con todas las críticas que se le hagan, el mágico Harry Potter, nos muestra que los chicos, cuando hay una historia que vale la pena y bien presentada, ellos responden leyendo un tomo tras otro.
La computadora no puede llevarse a la cama, un libro o una revista sí, el viejo truco de leerles algo todas las noches es indiscutiblemente una manera de despertar el interés del chico, sobre todo si se trasluce el entusiasmo del que lee. Eso es lo único que puede hacerse trasmitirles ese fervor o deslumbramiento por la lectura. Volviendo a otra frase del mismo escritor de antes (Daniel Pennac) de la misma manera que no se puede ordenar a una persona que ame a otra tampoco es posible ordenarle a nadie, y mucho menos a un niño, que lea, y disfrute de ello.
Antes los mayores se quejaban de que los chicos sólo leían historietas, luego de que se pasaban el día frente al televisor, ahora de que Internet o los juegos de computadoras lo vuelven una extensión de la computadora, mañana ¿de que nos quejaremos? Siempre habrá algo que desvíe al chico de la lectura, por la simple razón que la sociedad siempre tiene múltiples ofertas, para todos y de todo tipo. El libro siempre está y estará. No perdamos la esperanza, los lectores no están en extinción aunque a veces lo parezca. Lo que nos debe quedar en claro es que el camino de la lectura no se puede transitar obligado, es la única conclusión válida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, LG! Realmente me hace muy feliz, visitar este espacio personal y a la vez público, porque sé que es una ventana al mundo. Pero por sobretodo lo enunciado anteriormente, lo más importante es que se cumple tu sueño y eso te hace FELIZ. Que otra cosa se le puede desear a alguien a quien apreciamos mucho.
Besos y gracias
Alejandra Arqués Arranz

Anónimo dijo...

H , LG Realmente me hace muy feliz, visitar este espacio personal y a la vez público, porque sé que es una ventana al mundo. Pero por sobretodo lo enunciado anteriormente, lo más importante es que se cumple tu sueño y eso te hace FELIZ. Que otra cosa se le puede desear a alguien a quien apreciamos mucho.
Besos y gracias

Alejandra Arqués Arranz

Rubén Sada dijo...

Cuando deje de leer
se esfumarán mis sueños
mis ojos no podrán ver
y se nublará mi cielo.

Cuando deje de leer
olvidaré mi historia
se borrará el recuerdo
y perderé la memoria.

Cuando deje de leer
se apagará mi fuego.
¿Y de qué tema podré hablar?
Me invadirá el silencio.

Cuando deje de leer
me abandonará la fe
me quedaré sin fuerzas
me derrotará el miedo.

Y si dejo de leer...
¿Quien responderá mis preguntas?
Nadie aclarará mis dudas.
La noche se tornará oscura.

Cuando deje de leer
me quedaré prisionero,
a mis alas de libertad,
las atará el encierro.

Cuando deje de leer
tal vez sea que esté viejo,
y dejaré de estar enamorado,
y dormirán mis sentimientos.

Cuando deje de leer
no podré gritarle al viento...
se debilitaran mis brazos...
se quebrarán mis huesos...

Cuando deje de leer... estaré muerto
________________
Autor: Rubén Sada.
Poema tomado de:
http://rubensada.blogspot.com/2007/04/cuando-deje-de-leer.html

Anónimo dijo...

REcordando a Jorge Luis Borges: "Muchas veces me arrepentí de lo que he escrito pero nunca me arrepentí de lo que he leído." Y con esto confirma que no hay buenos escritores que no sean muy buenos lectores.
Te mando algo que me inspiró un mensaje de mi hijo:

MEMORIAS DE MI HIJO

Me crié en una casa
con paredes tapizadas de libros.
Padre Mono - Tauro,
madre Dragón - Tauro.
Ambos lectores
de tiempo completo,
ambos enseñaban letras.
También eran cinéfilos,
escritores temperamentales
y diletantes del arte y de la vida.

Y la nota final,
casi un acorde polifonal:
ambos me amaron.

María Rosa León (de "Vuelvo por mis alas" - En prensa)

Una construcción milenaria

...de Altamira a esta pantalla el hombre ha recorrido un largo camino. Es obvio, es evidente, es una estupidez... si nos quedamos con esa observación. Es una conclusión que nada nos dice salvo que los bisontes de las paredes de las cuevas de Altamira marcan el nacimiento del espíritu humano, de la expresión como camino para construir una cultura. Esas extraordinarioas imágenes abrieron el camino que por un lado condujo al arte y por el otro a la escritura y luego al libro. Este último sendero es el que intentaremos reflejar en este blog.
El libro no surgió como un todo, no fue Atenea naciendo, con armadura incluída, de la herida en la cabeza de Zeus. Fue una construcción milenaria, como dijo Escarpit, es una verdadera "máquina de leer". Es una herramienta y un producto final; es un eslabón imprescindible en la construcción de nuestra sociedad, y un elemento productor de placer y satisfacción como lo sabe todo lector.
Bienvenidos a El camino del libro.