lunes, 25 de agosto de 2008

Un copista preocupado...


Sé que hay en el manuscrito muchas imperfecciones, incluso imposibles de calcular, pero he hecho todo cuanto he podido: mi mano temblaba; mis ojos no veían; se me paralizó el dedo índice y tuve que escribir con el dedo del corazón... ¡Qué desgracia! Desde hace cuarenta y dos años trabajo en esto y nunca me había ocurrido nada semejante hasta ahora; me siento avergonzado perdonadme.

Colofón con las disculpas de un copista de un monasterio armenio.
Aprox. S. X DC.
David I Fiks. La epopeya de los manuscritos armenios. — El Correo –Junio 1973

No hay comentarios:

Una construcción milenaria

...de Altamira a esta pantalla el hombre ha recorrido un largo camino. Es obvio, es evidente, es una estupidez... si nos quedamos con esa observación. Es una conclusión que nada nos dice salvo que los bisontes de las paredes de las cuevas de Altamira marcan el nacimiento del espíritu humano, de la expresión como camino para construir una cultura. Esas extraordinarioas imágenes abrieron el camino que por un lado condujo al arte y por el otro a la escritura y luego al libro. Este último sendero es el que intentaremos reflejar en este blog.
El libro no surgió como un todo, no fue Atenea naciendo, con armadura incluída, de la herida en la cabeza de Zeus. Fue una construcción milenaria, como dijo Escarpit, es una verdadera "máquina de leer". Es una herramienta y un producto final; es un eslabón imprescindible en la construcción de nuestra sociedad, y un elemento productor de placer y satisfacción como lo sabe todo lector.
Bienvenidos a El camino del libro.