martes, 26 de agosto de 2008

4 – Tecnología

Irresistible: Más cantidad y menor precio.

La mayor sofisticación tecnológica de la escritura entre los sumerios, eran los cilindros-sellos, y los sellos signatarios.
Las fábricas de libros de la Europa medieval fueron los conventos, donde los monjes copistas se dedicaban a preservar los libros que, según el criterio eclesiástico, debían perdurar.

Para encontrar un procedimiento de mayor proyección debemos alejamos hacia el Lejano Oriente (China) donde hallamos la xilografía. Los europeos conocieron esta técnica, durante las Cruzadas, y en el siglo XII comienza a difundirse en Europa.
Los primeros impresos realizados con este sistema de tallado en relieve fueron naipes.
Posteriormente, hacia el s.XIV se desarrollaron los llamados libros de bloque: cada hoja del libro (texto e imágen) era tallada en trozos de madera de boj, entintada e .impresa. Pero estas obras (escritos religiosos y libros escolares, mayormente) no solían. superar las 50 páginas y debían imprimirse de un sólo lado de la hoja pues la presión a que eran sometidas solía afectar la otra cara. Además los bloques solían fisurarse por lo que su producción era limitada. Era trabajoso y relativamente caro (aunque mucho más barato que recurrir a los copistas).

El momento clave, sin duda alguna, fue cuando Johan Gutemberg, natural de Maguncia, tomó el conocido mecanismo de la prensa de los viñateros, sumó los conocimientos de los orfebres, pensó e inventó todos los útiles necesarios para la composición de la página (regletas para espacios en blanco, tintas, formas de las cajas, matrices) y recurrió como soporte, al barato, abundante y adecuado papel. Le agregó a todos esos elementos una aleación, creada por él, ideal para su propósito (fundía a baja temperatura, sufría escasa deformación y resistía la presión). El resultado: la imprenta de tipos móviles de metal. La imprenta fue, como podemos ver, el resultado de una necesidad social combinada con una tecnología existente hacía tiempo. La demanda de material escrito, estamos en pleno Renacimiento, había desbordado la limitada capacidad de producción de los copistas. La imprenta era necesaria y en poco tiempo se instalaron talleres por toda Europa: En 1467 se instala un taller en Subiaco (Italia), en 1470 se instalan talleres en París y Lyon (Francia), en 1472 en Segovia (España), y en 1477 en Inglaterra.

El taller de impresión, y las herramientas diseñadas por Gutemberg sufren muy pocas transformaciones durante los siguientes 400 años. Hizo falta la Revolución Industrial para que se pudiera mejorar esa eficiente maquinaria. Recién en 1800 Stanhope, en Inglaterra desarrolla la primera prensa totalmente de metal (pero sigue siendo esencialmente el invento de Gutemberg), un salto cualitativo más importante van a ser la linotipo (hacia 1880) y la monotipo (ya en el s.XX). Y, obviamente, el gran cambio se da a partir de la década del 60 en que las tecnologías en frío superan ampliamente a la anterior tecnología en caliente. Hizo falta la informática para que el libro dejara de depender de la creación del alemán de Maguncia.

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Una construcción milenaria

...de Altamira a esta pantalla el hombre ha recorrido un largo camino. Es obvio, es evidente, es una estupidez... si nos quedamos con esa observación. Es una conclusión que nada nos dice salvo que los bisontes de las paredes de las cuevas de Altamira marcan el nacimiento del espíritu humano, de la expresión como camino para construir una cultura. Esas extraordinarioas imágenes abrieron el camino que por un lado condujo al arte y por el otro a la escritura y luego al libro. Este último sendero es el que intentaremos reflejar en este blog.
El libro no surgió como un todo, no fue Atenea naciendo, con armadura incluída, de la herida en la cabeza de Zeus. Fue una construcción milenaria, como dijo Escarpit, es una verdadera "máquina de leer". Es una herramienta y un producto final; es un eslabón imprescindible en la construcción de nuestra sociedad, y un elemento productor de placer y satisfacción como lo sabe todo lector.
Bienvenidos a El camino del libro.